Continuamos abordando temáticas vinculadas con la calidad ambiental. En esta oportunidad, la Lic. en Diagnóstico y Gestión Ambiental, Laura Majirena y la Dra. Marina Paraja prepararon un informe para Noticiero Diario en el cual nos explican la importancia de las evaluaciones de impacto ambiental
Las “Evaluaciones de Impacto Ambiental” constituyen una herramienta de gran importancia para la toma de decisiones. Es un instrumento de gestión ambiental preventiva respecto del impacto de una acción sobre el funcionamiento de los ecosistemas y el sistema social, y tiene como objetivo anticipar a los responsables de la operación, los efectos y sus consecuencias al inicio del proceso de planificación de las actividades con el fin de evitar, corregir, mitigar o compensar los impactos que se pudieran producir.
La ley Provincial Nº 11.723 (ley Integral del Medio Ambiente y los Recursos Naturales), obliga a los responsables de aquellos proyectos de obras o actividades que produzcan o sean susceptibles de producir algún efecto negativo al ambiente de la Provincia de Buenos Aires y/o sus recursos naturales, a realizar una Evaluación de Impacto Ambiental. La misma es de carácter privado, es decir, él o los responsables del proyecto contratan a un profesional habilitado por el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) para la realización del estudio. Una vez finalizado este proceso, la evaluación es elevada a la Autoridad de Aplicación (OPDS) quién se expedirá, pudiendo aprobar el estudio, realizar observaciones y ser devuelto al evaluador, o simplemente ser rechazado.
Es muy importante saber que una Evaluación de Impacto Ambiental sólo es válida si el evaluador se encuentra inscripto en el registro de profesionales del OPDS por resolución Nº 195/96, de lo contrario la misma no tendrá validez. Por ello, y para conocimiento de los responsables de las obras y los agentes del Estado encargados de áreas ambientales, el listado de profesionales inscriptos se encuentra a disposición en la misma página de Internet del organismo.
La materialización del Proyecto en el terreno solo deberá concretarse una vez obtenida la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que se logra con la aprobación de la Evaluación anteriormente mencionada.
No obstante esto, muchas veces las Evaluaciones de Impacto Ambiental resultan siendo consideradas como un mero paso administrativo a cumplir y no como un instrumento preventivo de la gestión ambiental. Es quizás una de las consecuencias de continuar pensando el Medio Ambiente desde un punto de vista acotado y reduccionista, y no considerarlo un sistema complejo y dinámico donde los componentes socio-cultural, ecológico o natural, económico y político interaccionan e interdependen.
Si bien es cierto que se trata de un procedimiento administrativo, el mismo está dirigido al control ambiental preventivo de un proyecto (es decir una acción humana prevista), y tiene como fin último evitar en la medida de lo posible el deterioro ambiental, reducirlo a niveles aceptables o compensarlo. Es un documento de carácter técnico en el que se valorizan los posibles impactos de un proyecto, y al mismo tiempo se planifica su gestión y control ambiental.
Por último, mencionar a la participación pública como parte importante del proceso de realización de una Evaluación de Impacto Ambiental, no solo por la información otorgada a la población afectada de los posibles impactos negativos de un proyecto sino, por la participación democrática a partir de la exposición de sus opiniones, objeciones y puntos de vista. Al fin y al cabo serán los ciudadanos los que convivan con el proyecto por estar cerca territorialmente o simplemente ser afectados por el mismo.
Se trata, por lo tanto, de una herramienta poderosa con la que cuentan los encargados de tomar decisiones a la hora de proteger la calidad de vida de los ciudadanos y la protección del ambiente en general.