La joven apareció anoche y reaccionó con risas y humor al ser encontrada en un domicilio cercano al puerto de Mar del Plata.
“No me caguen más a pedos, por favor”, reclamó luego de escuchar la reprimenda de los efectivos. El testimonio de la madre de su compañero de aventura, clave para el hallazgo.
La aparición de Erica Romero en Mar del Plata generó sentimientos encontrados en la opinión pública. Por un lado, la alegría y el alivio de saber que la joven de 32 años se encontraba en perfecto estado de salud y que no había sido víctima de ningún tipo de ataque. Sin embargo, también se gestó un clima de indignación debido al revuelo que armó en la ciudad bonaerense, apenas por una escapada amorosa.
La chica fue encontrada en la noche del martes en un domicilio ubicado en la calle Aguado 1655, en el barrio Colina Peralta Ramos, cerca del puerto. Estaba junto a un hombre, Leonardo Morales, también de 32 años, quien era el mismo con la que se la había registrado paseando por el centro de la ciudad durante la noche del sábado.
De tal manera, el hallazgo de la joven que se encontraba desaparecida quedó enmarcado en una escena hasta bizarra. Según se informó, apenas ingresó la policía al domicilio, la respuesta de Erica fue nada menos: "Estaba pasando un momento de mucho amor, lo siento".
De acuerdo a fuentes cercanas a la investigación, la mujer respondió a la llegada de los efectivos de seguridad con humor, risas y sin tomar conciencia real de la magnitud que había cobrado su búsqueda desde la última vez que la había visto su familia, el jueves por la noche.
"No me caguen más a pedos, por favor", fueron las palabras siguientes de Erica, ante la reprimenda de los efectivos que acudieron al lugar. Mientras, tanto ella como Morales lanzaban carcajadas por lo sucedido.
Romero pareció ignorar el revuelo que se había generado tras su desaparición. Un hecho que llegó a movilizar a 200 policías en toda la ciudad de Mar del Plata y que mantuvo con una sensación de pánico a decenas de familiares y amigos más cercanos.
La policía acudió al domicilio en Aguado al 1600 gracias a un testimonio clave: el de la madre de Leonardo Morales. La mujer prestó declaración el martes por la tarde ante el fiscal Leandro Arévalo. Allí, comentó que su hijo había aparecido el lunes para pedirle 1.000 pesos "porque quería ir al cine". Desde entonces, también desconectó su teléfono celular y no volvió a comunicarse con nadie.
Según diversos medios marplatenses, el domicilio donde fue encontrada la pareja había sido investigado por venta de estupefacientes. Sin embargo, ni Erica ni Morales portaban ningún tipo de drogas ni habían consumido al momento de su hallazgo.
"Este caso tiene que servir para crear conciencia social. Esta chica tiene que entender la gravedad de las decisiones que tomó. Después de lo que pasó recientemente con Araceli y Micaela, todo está muy sensible y el tema de la violencia contra las mujeres es muy delicado. Siempre hay que mantener un mínimo contacto con los más cercanos", comentó una fuente de la investigación.
Pocos minutos después de haber sido encontrada, la pareja fue derivada a la Comisaría 3ª, donde Romero y Morales prestaron declaración ante el fiscal Arévalo. Allí, la propia joven de 32 años y madre de dos niños menores de edad pidió disculpas por su comportamiento: "Estoy bien. Gracias a todos por preocuparse. No pensé que iba a ser para tanto. Me siento bien. Me fui voluntariamente", fueron las palabras de la marplatense.
Además, se puso en contacto telefónico con la familia para confirmar que se encontraba en buen estado de salud.